Supone un gran incentivo para mi abrir otoño – y curso – con una pieza que ya ha pasado a formar parte de ese puñado de diseños a los que me gusta referirme como «mis genuinos». La creatividad – siempre caprichosa – ha querido que así fuese. Solo deseo que os guste tanto como a mi y, si acaso me habéis echado de menos, que sepáis que no me he ido ¡aquí sigo! dispuesta a continuar compartiendo con vosotros mis trabajos, porque en ello radica en gran medida el encanto que sin duda encierra mi profesión.
Solo una, entre vosotras se hará con este nuevo diseño en el que honestamente considero que hay mucho de mi; de mi modo de interpretar, de hacer, de sentir …
Sé que coincidís conmigo en que algo tan simple como un colgante, puede llegar a adquirir la categoría de Pequeña Obra de Arte, más allá de la exclusividad que deriva de su factura manual, lo cual le confiere valor de PIEZA ÚNICA .
«Un búho» es el nombre de este montaje de pronunciada asimetría, compuesto por tres materiales marcadamente diferentes:
- Piedra: medallón de onix irrepetible, con una cara pulida y la otra en bruto.
- Cinta de cuero plana nacarada en tono plateado envejecido.
- Madera: tecla de ébano de un viejo piano. Encierra una entrañable anécdota, la reservo para esa mujer que decida que «Búho» ha sido creado para ella.
Ya disponible en Tienda Online. En la cabecera de este post y bajo estas líneas os he dejado el enlace.
Muchas gracias.