CONCEPTO DE ELEGANCIA
La tan ansiada elegancia es algo intangible, difícil de definir porque radica, o no, en la esencia misma de la persona. Tiene que ver con el modo de ser especial de quien la posee, en esa nobleza interior que se manifiesta en cada movimiento, en el porte, en la delicadeza, en el estilo, en la mirada, en el lenguaje, en el buen gusto en la distinción. La elegancia imprime carácter, hasta el punto de que la persona que la posee inevitablemente resulta bella sin pretenderlo. Allá donde va deja la estela sutil de quien sabe «ser» en cualquier ámbito y ante cualquier situación, de quien siente y trasmite de un modo natural y sin artificios.
En contra de lo que muchos, erróneamente, creen, la elegancia es una virtud adquirida – de igual modo que la gracia es un don natural – por lo tanto requiere educación y formación. Dicho de otro modo: la elegancia es algo así como la versión depurada de esa gracia innata.
Como decía Balzac en su «Tratado de la vida elegante», «La elegancia trabajada es a la verdadera elegancia lo que la peluca a los cabellos, pero aun siendo una creación se ha de presentar de manera que no parezca que lo es». Lo cual significa que debe ser asumida libremente, nunca como una imposición, porque la elegancia es la antítesis de la afectación.
«Elegante es la persona que consigue sacar de su más íntimo fondo gracia de la forma. De la riqueza interior de su propio ser proviene la belleza que se ve, o sea, la elegancia.»
MODA Y ELEGANCIA
Bien sabido es que las tendencias siempre han intentado imponerse con cierta tiranía (aunque por suerte, cada vez son más abiertas…). De todos modos, ni antes ni ahora han podido con el criterio de aquellos que aciertan a adaptarlas a su propio estilo. Es un gran error pensar que las modas están para seguirlas al pie de la letra, porque lo deseable es inspirarse en ellas, interpretándolas de un modo subjetivo. Nadie mejor que uno sabe lo que le va o no.
De nuevo el concepto de libertad, como eje de una actitud elegante. No se trata, por ejemplo, de lucir un determinado tipo de prenda porque nos lo aconseje un experto en moda, sino en saber identificar – entre todos los modelos posibles – aquellos que mejor encajan en el estilo propio. Solo así podrán defenderse como una segunda piel, sugiriendo, con delicadeza y armonía, matices personales, únicos e intransferibles.
«La elegancia no está en un tipo de vestido, sino en el modo de ir vestido.»
«La persona tosca se cubre, la rica y la boba se adornan; la elegante se viste.»
Honoré de Balzac
SOBRE «DIENTE DE LEÓN EN NOCHE DE LUNA», EL COLGANTE QUE ILUSTRA ESTE POST
Considero que la pieza que he elegido para ilustrar este post da buena fe de la idea de elegancia que he instado trasmitir.
Una vez más; el buen diseño perdura, en piezas tan intemporales como rompedoramente actuales.
Un buen ejemplo de sencillez con empaque, lo cual es sinónimo de elegancia.
Una Joya única, como única es esa mujer que la lucirá. En el fondo siempre he pensado que al crear cada una de mis piezas, lo estoy haciendo para alguien muy concreto, aún sin saberlo, lo cual tiene mucho de mágico.
Esperoque te guste. Muchas gracias.