La bohemia ha supuesto toda una filosofía de vida que dio paso a un singular estilo. Desde sus inicios – hace más de doscientos años – su significado ha ido evolucionando a través de diversas manifestaciones, pero siempre básicamente fiel a su esencia. Hasta que a principios de este nuevo siglo, aparece en escena el fenómeno Boho-chic, que desde entonces no ha dejado de ganar protagonismo y adeptos.
Paradójicamente el término «chic» aporta connotaciones bien distintas. Abanderado por las celebrities y clase adinerada en general – como símbolo de glamour, elegancia y sofisticación – dista mucho de la ideología de la bohemia, aquella clase social tan vulnerable y empobrecida, cuyo espíritu encontró proyección, décadas más tarde, en el movimiento hippie.
Para entender el auténtico significado de bohemia debemos remontarnos a finales del siglo XVIII. Con la Revolución Francesa, la clase media; artistas, escritores, poetas y creativos en general, pasó a ser una clase empobrecida. Obligados a vivir con escasos recursos, sus hábitos fueron trasformándose; a medida que aumentaba su pasión por defender la libertad del individuo, y por el arte en cualquiera de sus manifestaciones – la creatividad debida a la necesidad – crecía también el rechazo hacia el encorsetado estilo de vida burgués, convencional y materialista.
Cuando la situación económica se restableció, los artistas comenzaron a expresar su creatividad como modo de vida, incluso en la forma de vestirse, básicamente ecléctica. Así lo que había empezado siendo una necesidad, se convirtió´en una ideología que dio origen al Bohemian style
Paralelamente idéntico fenómeno tenía lugar en la región de Bohemia, Europa del Este, fue alli donde se acuñó el término. Del mismo modo «La bohemia» se convirtió en sinónimo de cultura, que asociada al arte y a la creatividad, se oponía a los estereotipos sociales y a la ética dominante.
A principios de los años 60 la ideología bohemia encontró un nuevo cauce de la mano del recién nacido movimiento Hippie . Surgió en EEUU, golpeando fuertemente su estilo de vida convencional. Era el comienzo de una cultura antisistema, denominada contracultura, que fomentaba la creatividad y el inconformismo, propiciando la búsqueda de nuevas experiencias, rechazando el consumismo, potenciando la meditación… Todo ello forjó las condiciones idóneas para llegar a lograr en poco tiempo, grandes cambios a nivel intelectual y social.
Como antes os adelantaba, desde comienzos del nuevo siglo, las celebritties y clases influyentes, respaldadas por el enorme poder divulgado de los medios virtuales, reinventan el término Boho. Ya nada queda de aquel espíritu con el que surgió, en todo caso podría interpretarse como un guiño de rebeldía, pero esta vez de una clase que «juega a romper moldes» sin renunciar a ninguno de sus privilegios.
Pero al margen de valoraciones éticas, cierto es que atrás han quedado tiempos en que las tendencias – demasiado efímeras – imponían patrones estrictos. Por fin también la moda se ha democratizado; la oferta es muy amplia, de manera que cada uno podemos llevar aquello que mejor encaje con nuestro estilo personal. «Boho-chic», «Boho-casual», «Boho-étnico», son diferentes versiones de una tendencia que pisa fuerte, por su carácter ecléctico y su aire desenfadado, fresco, colorista e irresistiblemente juvenil. Le auguro larga vida.
«Rosso e Turchese» es el nombre de la pieza con la que ilustro este post. Un diseño realizado en Mayo del 2018 para mi colección «Étnico&Boho».