Como te contaba la pasada semana, las drusas de ágata son un clásico en mis colecciones. Por su empaque, por esa apariencia elegante y digna, que tan fácil me pone crear algo bello dejando impresa mi impronta.
En “Luna de verano en una Drusa”, he querido plasmar esa sensación intermedia entre cálido y frío – de oros y platas – a través de un montaje en el que prima la plasticidad. Una pieza con connotaciones
artísticas, y a su vez; fácil de lucir, nada estridente, pero muy original y muy mía.
De nuevo te recuerdo que una diseño elaborado a mano – único – está destinado a establecer una relación íntima, personal e intransferible con quien lo posee. Esa misma sensación que yo experimento al trabajar en cada una de mis piezas. Ahí radica el encanto de la exclusividad; un lujo a tu alcance.
“Luna de verano en una Drusa” ya está disponible en mi Tienda Online. Más información; descripción, fotos y precio, solo con pinchar en el enlace que verás a pie de foto y bajo estas líneas.
Espero que te guste.
Muchas gracias.