Categoría: Un poco de todo

Cuando éramos niños solíamos pasar ratos agradables haciendo barquitos de papel, algunas veces incluso los echabamos a navegar y mientras se alejaban, imaginábamos mundos igualitos a aquellos que inventábamos garabateando sobre un trozo de papel con nuestros lápices de colores. Cualquiera hubiese deseado ser muy diminuto y así poder navegar a la deriva a bordo de aquellos barquitos …

¡Que recuerdos!!!

Entonces la vida aún no había tenido tiempo de teñirnos la mirada, todo era auténtico ante aquellos ojitos, ¡tan ternos, tan ingenuos!.
La inocencia es ilusión y la ilusión, creatividad en estado uno.
La vida nos va contaminando, restando frescura, pero a cambio nos aporta experiencia y con ella sabiduría.
¿por qué no quedarnos con un poco de todo?, creo que conseguirlo podría ser llegar a buen puerto navegando en aquellos barquitos de papel.

Algún día quiero poder mirar hacia atrás y decir; » Ha habido de todo pero me he divertido, vivir ha merecido la pena. Si volviera a nacer mañana, sin duda, cambiaría algunas cosas, pero nunca la esencia, esa, quisiera que volviese a ser la misma».

Si tuviera la oportunidad de volver a nacer, pero pudiendo no empezar de cero, sino sabiendo lo que ahora sé. Nacer con la piel curtida por mis heridas, la voluntad trabajada por mis esfuerzos. Llegar al mundo arropada por mis amigos, ilusionada ante nuevos retos y dispuesta a sólo Dios sabe qué! … Un paréntesis; irse para volver y continuar. esperando que quizá cualquier cosa sea posible, por qué ya la vida se encarga de marcar los límites de mis ilusiones … El calendario dice que toca «volver a volver» y algo dentro de i quiere recibir al 2015 con alegría.

Aquí, cuando el cielo no llora, ríe. Cuando el invierno se adormece, acunado por temperaturas suaves, bañado por un mar intenso que da tregua a su bravío carácter.

Tanto aire puro ara respirar, tanta paz para relajar tensiones!, tantos recuerdos, momentos vividos …, tanto bueno por aquí!, que sólo pensarlo compensa de casi todo.

A final, siempre llega!, familia, amigos, Mera, Coruña …

El regalo que hoy quiero compartir con vosotros, es un mensaje de esperanza.
Seguro que la magia de la Navidad lo hará posible. Ojalá, así sea.

No importa lo intensa que sea la luz que ilumine tu camino, no olvides un algún día puede apagarse, entonces tendrás que atreverte a seguir a ciegas.

No importa que te digan que no puedes continuar, sólo tú sabes que querer es poder y tú quieres!.

No importa que el mundo se ponga contra ti, porque cuantas más dificultades surjan, más fuerte te sentirás para afrontarlas.

No importa lo inestable que sea el suelo que pises, los obstáculos que encuentres a cada paso, las veces que tropieces y caigas. ¡Que más da!, si consigues levantarte y continuar hasta alcanzar tus metas.

Lo único importante es que estar aquí, ahora, nos convierte en unos privilegiados. Tenemos una deuda de gratitud, hagámonos merecedores de nuestro presente, mirando hacia el futuro con ESPERANZA.

Hasta dónde mi recuerdo alcanza, el 24 de Septiembre siempre ha sido para mi el día de las flores, cada año y por unas horas, la primavera volvía a casa llenándolo todo de color.

Única, inmensa, culta, humana, sentida, fuerte, independiente, coqueta, luchadora …, bella, bellísima! y tan menudita!, esta es mi querida madre, Mercedes.

Mamá; ¿a dónde iríamos, que haríamos sin ti?!. Sólo con pensarlo me siento mutilada y un escalofrío me sacude el alma. Así que avancemos sin cavilar, con valentía y tesón, sobre esa línea que tú has trazado para nosotros y un único pensamiento: vivir mientras haya vida, pero con esa ilusión apasionada que es tan tuya como ya nuestra, mamá.

Hoy he asistido al Acto de Inauguración de la Exposición Homenaje que el Museo del Traje de Madrid ofrece al gran Maestro Manuel Pertegaz.

Su modo de interpretar la elegancia, su buen gusto y su depuradasíma técnica, fueron, sin duda, las claves de la exquisita calidad de sus diseños, once de ellos estarán expuestos en el Museo durante todo el mes de Febrero.
Ponentes de excepción, como su sobrina Dione Caus Pertegaz o Don Enrique Loewe, nos contaron curiosas anécdotas personales de sus vivencías con el Maestro, del mismo modo, aportaron datos interesantes sobre la trayectoria y repercusión profesional del que ha sido, sin lugar a dudas, uno de los grandes referentes de la moda del siglo XX a nivel internacional. Todos los que le han conocido coinciden en destacar su genialidad, cuya creatividad transcendía de lo profesional, porque, palabras textuales, «era un hombre que, también a título personal, creaba cada uno de sus momentos. Un niño de pelo blanco, un tanto retraído, pero siempre vital y entusiasmado».

Por mi parte, sólo añadir que me encanto haber podido asistir al Acto, como comentaba Don Enrique Loewe; «estamos hartos de feísmo, faltos de belleza en cada una de las facetas de nuestras vidas…» y es que no hay mejor antídoto contra muchos de los venenos que en la actualidad, nos corroen …

Diez años desde aquella mañana en que la muerte se llevo a tantas personas que apenas comenzaban una jornada más en sus vidas. Al azar, sin previo aviso, ni razón, dejándolo todo teñido de tragedia y desolación, impotencia …

Diez años desde aquella mañana en que demasiados seres humanos fueron arrebatados a la vida, tuvieron que irse para no volver, dejando vacíos irremplazables, mucho dolor en el alma de los suyos y tanta tristeza en todos nosotros.

Díez años y aún duele la herida abierta.
Diez años y seguimos sin entender nada!.

Un recuerdo a las víctimas de aquel macabro atentado
Un abrazo a tantos familiares abatidos por el dolor y rotos por el desconsuelo.
Una condena enérgica a todo acto terrorista, la dictadura más cobarde y deshumanizada.

¡Ojalá la historia dejase de escribirse con sangre!, sé que es una utopía, pero yo suscribo las palabras de Eduardo Galeno, escrito uruguayo;
«La utopía sirve para avanzar»

Siempre había nueces en casa, te encantaban! y también los barquitos de vela, trenecitos, escarabajos… que nos hacías mientras recordabas lo feliz que eras de niño, en aquellos años de la guerra, jugando con el corcho de una botella, porque aquel corcho podía ser lo que tu quisieras!.

Que mundo más maravilloso me enseñaste, papá!.
Gracias.

Yo hoy he hecho una velita con una cascara de nuez y quiero que sepas que esa llama no se apagará nunca.