De nuevo creo que lo que estoy pensando es algo muy común, todos o casi todos, lo sentimos con frecuencia y la fuerza que nos da esa sensación una vez tras otra es la que nos hace crecer.
La cosa es que hoy, de nuevo, pienso que cuando pase todo esto y vea lo que he conseguido, no entenderé ¿cómo he podido?!, lo sé porque ya lo he experimentado otras veces, pero cuando por fin pase y asile que lo he conseguido, entonces tendré que rendirse a la evidencia de que no existe arma constructiva más poderosa que el esfuerzo y la ilusión.
Aunque siempre ha habido, hay y habrá «enemigos» al acecho y es cierto que en ocasiones nos tocan y hasta nos hunden, si podemos tener el coraje suficiente como para no rendirnos, si hace falta, incluso para empezar de nuevo, cada obstáculo se convertirá en un pequeño trampolín.
